viernes, 31 de agosto de 2012

Mensaje de la Zona A Defender a los pueblos de mexico


Mensaje de l@s ocupantes de las tierras amenazadas por el proyecto del aeropuerto internacional en Notre Dame des Landes, Francia, a l@s compañer@s en lucha en México :
Hola compañer@s de San Salvador Atenco, de Acteal, de Las Abejas, de los Caracoles de Chiapas y de las otras comunidades que luchan por una vida justa en esta tierra.
Los mensajes de apoyo que nos enviaron nos conmovieron muchísimo aquí en la ZAD ; Gracias por la atención que prestan a los demás y a lo que sucede a su alrededor.

Para responder a sus mensajes de solidaridad, hemos conformado una comisión de personas que ocupan y cultivan las tierras sobre el emplazamiento del proyecto del aeropuerto de Notre Dame Des Landes. No somos representantes ‘oficiales’ de esta lucha, hablamos en nuestro nombre como personas que han elegido comprometer sus vidas para preservar este territorio. Lo que expresamos aquí es un espectro de razones respecto a nuestro compromiso, dentro de la pluralidad de visiones de l@s compañer@s con quienes ocupamos las tierras.

La ocupación de las tierras empezó hace tres años, seguido a un Campamento Climático. Desde ahí tratamos de organizarnos entre nosotros, a nivel local, y horizontalmente para que cada quien pueda expresar sus ideas, para que nuestras reflexiones se vean enriquecidas de las visiones de los otros, y que las decisiones se tomen juntos en consenso. De manera natural nuestra forma de organización debe permanecer abierta. El grupo de ocupantes es muy evolutivo. La gente viene de horizontes lejanos para participar en esta lucha, algun@s se quedan, algun@s siguen su camino, algun@s regresan. Se podría considerar la ZAD como una zona de cultura internacional, una base como las suyas en México, que tendríamos que meter en relación con otras bases en el mundo para así crear una red de lucha arraigada y nómada, para fracturar las fundaciones del sistema.

El proyecto del aeropuerto, el cual es símbolo de un proyecto insensato, impuesto por una oligarquía se consideran superior para permitir a una minoría, la elite económica, adueñarse de los recursos planetarios, seguir contaminando y cernerse por encima de las realidades. Más allá de este proyecto es globalmente contra el sistema económico capitalista devastador por el que luchamos.

Sabemos desde los años sesenta que el ‘modelo occidental’ no es sostenible, que el crecimiento económico es una ilusión suicida. Somos hoy en día siete billones de seres humanos, pronto diez, y la destrucción de los ecosistemas, de las tierras arables, de los océanos, de la atmósfera, del clima… de nuestras condiciones de vida, se intensifica día con día más con el desarrollo tecnológico. La séptima extinción de masa de las especies vivientes se lleva a cabo ante nuestros ojos, consecuencia de actividades humanas. Ya es hora de cambiar nuestras formas de vida. Somos algunas personas conscientes de ser los descendientes de una civilización que ha contribuido a destruir el mundo con las guerras, la colonización, la esclavitud, la dominación económica, el saqueo de recursos naturales, la falta de comprensión de los equilibrios ecológicos y sentimos la responsabilidad de parar este sistema antes que destruya el planeta.


Somos muchos que pensamos que nuestros comportamientos personales y colectivos deben cambiar profundamente de varias maneras. Entre otras cosas, luchamos contra el racismo, el sexismo, el autoritarismo, el nacionalismo, las fronteras artificiales que dividen a los pueblos, la competitividad pueril y destructora entre los seres humanos, las energías peligrosas, el control, la explotación y la destrucción de todo ser viviente. No somos dueños de las tierras y rechazamos esta lógica de apropiación de los recursos naturales. Somos conscientes de la contaminación creada por el supuesto ‘progreso moderno’ y pensamos que es urgente experimentar otras formas de vivir. Tendemos hacia una autonomía alimentaria y energética contrariamente al sistema consumista global. Intentamos vivir mejor y felices de manera más sencilla, queremos dejar una huella positiva en el medio ambiente.

No tenemos confianza en los discursos políticos ni en la propaganda capitalista, luchamos contra la noción de poder, contra la personificación y la centralización de dicho poder y contra la estandarización impuesta en las mentes. Constatamos que la representación política, y los sistemas jerárquicos, supuestamente ‘democráticos’, no son más que hipocresías que ocultan la reflexión, engañan a l@s human@s, les quita responsabilidad y los vuelve pasivos y generan consecuencias nefastas sobre todo lo vivo.

Nuestros propios discursos son necesarios pero no suficientes. Tenemos que organizarnos concretamente, actuar a nivel local, experimentar sobre el terreno, liberarnos de este sistema corrupto por la sed de poder, el egoísmo y la dependencia al dinero.


En Francia Jean Marc Ayrault, ex-alcalde de Nantes, principal promotor del proyecto de aeropuerto es hoy primer ministro del Gobierno. Pedimos en nombre de la razón que renuncie a este proyecto destructor, ruinoso, que pertenece a un tiempo pasado. No necesitamos ya infraestructuras que contaminan, tenemos que aprender a vivir sin petróleo en nuestra vida cotidiana y tomar el tiempo de viajar sin contaminar para crear una verdadera red de intercambio humano. Dejemos a la gente que lo desea el cuidado de enriquecer y cultivar la Tierra en vez de seguir devastándola.

Sabemos que hace varios años, Peña Nieto reprimió las poblaciones alrededor de San Salvador Atenco por el proyecto del aeropuerto, y que ahora ha robado las elecciones presidenciales en México.

Con toda humildad ante su valentía y su coraje, les apoyamos en su lucha hacemos un llamado a los pueblos de México a rebelarse en contra de esta dictadura. Desde los años noventa, Chiapas es un modelo de resistencia popular para el mundo entero, ustedes representan la esperanza de otro futuro que no sea la agonía programada de una humanidad lobotomizada. En nuestros país la revolución nunca terminó, últimamente otros pueblos han tenido la valentía de levantarse. Hacemos un llamado a los grupos e individuos conscientes de esta situación, a tomar el tiempo de organizarse a nivel local para preparar una revolución local internacional. Somos orgullos@s de luchar al su lado contra la destrucción de la vida y por una                        verdadera justicia entre los seres humanos.

La lucha sigue,
solamente tenemos la vida que perder